Voy a compendiar aquí un conjunto de experiencias personales vividas en Estonia en el puesto para ayudar a quienes continúen mi tarea.
En Estonia el lobo se caza en invierno y por tanto en condiciones de mucho frío. Y lo que es peor: frío (el clavo) con viento (el martillo). No es tarea para pusilánimes. Pero tampoco para tontos. Así que lo que hay que hacer es emplear las armas del hombre: el trabajo en equipo. Así se vence. Después, todo consiste en no cometer errores.
En primer lugar, hay que preparar el equipo. Las botas deben ser impermeables (se recomienda GoreTex) y aguantar muy bien el frío. Deben ser amplias para llevar dentro dos o tres pares de calcetines. Es importante que sean amplias porque el excesivo número de calcetines hace que se pare la circulación periférica y el resultado es peor. Que cada uno escoja. Yo llevé durante tres días dos calcetines de lana gorda y pasé frío. Donde más frío se pasa en la espera es en las manos y en los pies. Otra solución son plantillas térmicas, que se recomiendan. Pero no las probé.
Los guantes deben ser por lo menos dos: uno interior y otro exterior y el exterior impermeable. Téngase en cuenta que el arma se enfría más que el ambiente −es de metal− y al cogerla el frío en las manos se incrementa. Se debe cuidar mucho los guantes. Deben llevarse varios pares de guantes, porque es seguro que habrá nieve, frío y probable que haya que cambiarlos durante la espera. Se desaconsejan absolutamente los guantes con “velcro”, porque lo que puede ser una gran equipación en la tienda, es un ruido infernal, que delata la presencia de cazador, una vez solo en el puesto, donde el silencio es total.
Hacen falta al menos dos pantalones térmicos (yo llevaba tres, dos térmicos y otro de esperas con frío, y aún así pasé frío), uno interior y otro exterior, y además meterse en un saco de dormir. Una vez en el puesto es muy conveniente cubrir las piernas con un saco de dormir viejo, que la organización está en condiciones de facilitar. O bien comprar uno de esos monos especiales para esperas, de una sola pieza, cada día más comunes. Cuando en España sería bastante un pantalón adaptado para el frío, en Estonia se requiere más.
El número de camisetas y jerseys es a voluntad. Es imprescindible la consabida equitación de caza para mucho frío, un “polar”. Recomiendo mucho el cortavientos, porque es más importante quitarse el viento que ponerse jerseys. -10 ó -12 grados no es tanto si no hay viento. Pero si hay viento, reza lo que sepas si vas a estar quieto. Y tienes que estar quieto.
Es imprescindible contar con equipación para cubrirse la cabeza, como un verdugo o una braga. Se recomienda verdugo.
La prueba de fuego es: si estás sudando en el hotel y el coche, vas bien.
Se ha de evitar toda ropa que desprenda el más mínimo olor. Debe igualmente evitarse cualquier tipo de perfume y en general adoptarse todas las cautelas necesarias para evitar cualquier forma de olor corporal.
No es necesario para las esperas de lobo contar con elementos reflectantes.
Toda la equipación puede comprarse en España y traerse directamente. Pero también puede comprarse en Estonia, probablemente mucho más barata, y muy adaptada a las circunstancias de lugar. Esto es algo que debe decidir cada uno. La organización sólo recomienda qué ropa usar y lugares donde se vende buena ropa, pero la responsabilidad del equipo es de cada uno.
En la mochila mete un telémetro, unos prismáticos, un cuchillo de monte, una navaja multiusos, una linterna para emergencias (mejor de cabeza, pero no la uses nunca antes de marcharte) y un teléfono móvil, por lo menos.
El rifle, el de cada uno. Se recomiendan calibres 30-06 Sringfield, .308 Winchester Magnum y cualesquiera de 7 mm. La utilización de calibre del tipo .300 está permitida. Personalmente el calibre que más me gusta para Estonia es el .338 Winchester Magnum. Con ese calibre se puede tirar todo en Europa. Advierto que para lobo puede ser demasiado. La organización arrienda armas de gran calidad co espléndidos visores a quienes tienen licencia para usarlas. Si tienes licencia pero quieres prescindir de tu rifle, porque no es apto, porque no quieres transportarlo en avión, porque no tienes caja de transporte, porque no tienes guía internacional para tus armas, porque el visor tiene poca iluminación o por lo que sea, puedes cazar con las armas que te alquilará la organización. Pero aprende a usarlas bien antes. Tendrás que usarlas con dos guantes, mucho frío, muy poca visibilidad y la emoción del lance. No es la primera vez que alguien pierde una pieza por haberse olvidado de quitar el seguro. Pero por favor: NUNCA tengas armas a mano sin seguro puesto. Es mejor perder la pieza que perder algo más valioso. Sigue siempre las instrucciones de seguridad. Lee, si tienes duda, el decálogo de Remington, que puedes encontrar en su página web.
Se ha de contar con que las circunstancias de visibilidad, cuando el cielo está cubierto, son bajísimas, por lo que un visor 1,5 – 12, habitual en la caza, puede no bastar y ser imprescindible óptica con mejores condiciones de luminosidad que permitan visualizar al lobo con nubes, niebla y noche. La luna, como siempre, influye mucho, más aún en la caza del lobo.
En el puesto es imprescindible contar con algún instrumento o botella de plástico destinada a la acumulación de orines. De ninguna manera se puede defecar u orinar en el lugar. No sólo porque no se tendrá éxito, sino porque se inutiliza el puesto durante algún tiempo. Hay que llevarla consigo al puesto.
El cazador profesional te llevará a la torreta desde la que se tira al tiempo que se está a salvo, con instrucciones de última hora. Sube a la torreta, prepáralo todo, déjalo al alcance de la mano, y reza lo que puedas para que el lobo aparezca y tengas tino.
La espera del lobo debe ser extraordinariamente silenciosa y cualquier ruido impide que el animal aparezca. Es muy importante estarse quieto y no moverse o de ruido, o ciertas formas de movimiento, resultan admisibles, pero debe extremarse la vigilancia en este aspecto. De aquí que la espera de lobo sea y por tanto muy dura. De ninguna manera se puede hablar y por eso las esperas se plantean siempre de personas aisladas.
El uso del teléfono móvil y la utilización de cualquier aparato que pueda dar la más mínima cantidad de luz o de ruido, está totalmente desaconsejado hasta el momento de llamar al profesional para que te vaya a recoger. El teléfono móvil, en tierra extraña, completamente aislado y rodeado de lobos, que tú no ves pero están allí, es tu salvavidas. Llévalo cargado. No hace falta otra batería. Lo que hace falta es sentido común.
La espera se realiza en habitáculos tipo torreta que tienen ventanas a tres lados. Como cualquier cosa que está en el campo, se ensucia, se llena de nieve o se hiela. Lamentablemente, durante la espera es absolutamente imprescindible tener todas las ventanas abiertas porque el lobo puede salir por cualquier lado. El frío que se puede llegar a pasar es importante.
Está totalmente prohibido ingerir alcohol durante la espera por dos motivos: el primero porque es extraordinariamente imprudente cazar habiendo bebido, ya que se están manejando armas de fuego. Pero, en segundo lugar, porque el alcohol tiene un intenso olor y en consecuencia el lobo de ninguna manera aparecerá si ha olido alguna bebida alcohólica. La “petaca” déjela en casa. Si usted necesita de la “petaca” mientras caza, le apreciamos mucho, pero no nos interesa como cliente.
Por la misma razón es absolutamente imprescindible no fumar, más aún, debe procurarse utilizar ropa que no huela nada a tabaco porque ahuyenta al lobo. Debe añadirse que el cigarrillo encendido se ve a kilómetros en la oscuridad de la noche Estonia. No fume si de veras quiere cazar el lobo.
Durante la espera es conveniente llevar un termo de té o café caliente y se puede ingerir alimento que no huela, del tipo yogur u otros que puedan abrirse sin hacer ningún ruido. De todos modos se recomienda ayuno total durante la estancia.
Durante la estancia en la torreta está completamente prohibido encender aparatos de calefacción que desprendan luz o que sean peligrosos para provocar cualquier forma de incendio. Está especialmente prohibido utilizar butano dentro de la torreta, o cualquier otro tipo de gas que pueda consumir oxígeno por su combustión. La causa es evidente: la asfixia, y por lo menos el sueño, están garantizados. De ninguna manera se consiente que ningún cazador porte consigo bombonas de butano.
En la torreta el cazador debe estar continuamente preparado para disparar. El arma debe estar cargada, con el seguro puesto, sabiéndose perfectamente incluso a oscuras dónde está y cómo se coge sin hacer aspaviento ni el más mínimo ruido. En particular se debe poner mucho cuidado con la correa, e incluso quitarla una vez que se ha subido a torreta, debido a que puede hacer ruido cuando con los nervios se prepara uno para abatir el animal.
Siempre se tira a oscuras porque en Estonia en invierno se hace de noche a partir de las cuatro de la tarde, y por tanto es imprescindible que el visor que tenga punto rojo.
La aparición de lobo tiene lugar inopinadamente, no necesariamente viene en manada, no dura mucho (unos 40 segundos), es en medio del frío, del viento y de la nieve y por tanto hay poco tiempo para la preparación que no se haya ejecutado antes.
Se dispara entre 50 y 75 m. Por tanto no es necesaria ninguna corrección de visor.
Tira cuanto antes: el lobo puede no volver a salir. Allá tú pero yo no esperaría a que “luego venga otro más grande”. Ya es difícil que salga uno. El frío que vas a pasar te hará la misma recomendación.
Si cobras la pieza, te la recogemos, te la disecamos y te la enviamos a casa. Mira los precios. Son asequibles. Competitivos.
Las fotos, te las regalamos. Y si nos dejas, las colgamos en la web.
Otras recomendaciones: en el caso de que el cazador sufra alguna enfermedad en el puesto o tenga problemas para aguantar el frío, lo que le puede suceder al más pintado, debe dar por terminada la cacería y llamar por el teléfono móvil al cazador profesional para que le recojan.
Suerte. Le estamos esperando.